TERESA IZQUIERDO
Teresa Izquierdo nace en 1934 en la ciudad de Lima,
Perú. Proveniente de una familia de esfuerzo y raíces africanas. Su madre fue
quien le inculcó los saberes de la cocina en cada momento. Desde muy pequeña a
los 8 años empieza con sencillas preparaciones en donde destaca sus primeros
dulces y guisados. Partió trabajando para la aristocracia, quienes halagaban su
generosa cocina, poco a poco descubría que su verdadera pasión estaba en los
fuegos de la comida criolla. (Si ella misma decía que su tono de piel era gracias al calor de los fogones y las ollas)
Llega 1978, y
con todo su esfuerzo y el apoyo de su familia, logra abrir su propio restaurant
llamado “El rincón que no conoces” el punto de encuentro de la cocina
criolla. Al principio partió con pocas mesas, y para remate atendía, cocinaba y
cobraba. Iba pasando el tiempo y se fueron extendiendo los rumores de este
lugar y su carismática cocinera. Al cabo de pocos años, el lugar se llenaba de
clientes, el local crecía y famosas autoridades se dejaban rendir ante los
manjares de Doña Teresa. Incrementaba su fama haciendo simplemente lo que hacía
todos los días: cocinar con amor. Llegó a escribir libros y salir en televisión
mostrando sus conocidas recetas. Sus años de carrera fueron recompensados por
varios reconocimientos y premios entregados por el estado peruano
La cocina de Doña Teresa Izquierdo se destaca por los sabores
caseros, donde sus influencias africanas mezcladas con los ingredientes del
Perú formaban sabrosos estofados y guisados llenos de sabor. Su receta mejor
guardada era el aderezo o sofrito base de todas sus recetas: una simple mezcla
de cebolla, ajo, ají, pimienta y comino la cual también podía llevar tomates,
mas ajíes y cuanta tentación se le ocurriera. Entre sus platos destacados están
muchas insignias de la comida peruana:
-Ají de Gallina, esa clásica mezcla de sofrito con pasta de
ají amarillo y gallina desmenuzada. Servida tradicionalmente con arroz y huevo
duro. Doña Teresa siempre decía que debía hacerse con gallina y no con pollo,
además de que se debía cocer y deshilachar cuidadosamente, no moler. Cada fibra
de carne era bañada en esta sabrosa salsa.
Uno de los
platos más comentados y populares de su restaurant. El arroz con
pato.
La carne se cocinaba en otro de sus famosos aderezos-sofrito para luego ser
presentados en su salsa junto a un arroz al cilantro, donde cada grano era
perfectamente graneado pero lleno de sazón.
Por último,
la pasión de su niñez fueron los dulces. Muchos de los pasteles y postres
peruanos llevan su firma. Aquí destacamos la clásica Mazamorra morada, el cual se realiza con maíz morado
cocido en almíbar con varias especies y frutas. Luego se sirve espolvoreado con
canela.
Doña Teresa
Izquierdo siempre estaba preocupada de la situación culinaria de su país,
aconsejaba a numerosas personas y dueñas de casa en tener sus propios negocios,
recomendaba a los estudiantes de gastronomía que cocinaran no porque era una
moda, sino que por vocación. Algunas de sus frases celebres eran:
– Se debe innovar,
pero sin matar la receta original
– Para la cocina hay
que tener buena mano
Lamentablemente,
el año 2011 fallece por su enfermedad, deja en las ollas y en la mente de los
cocineros peruanos un increíble legado de saberes y sabores. Hoy en día su hija
Elena Santos Izquierdo continúa a cargo del restaurant demostrando que es la
hija de la madre de la cocina peruana. También en la actualidad le rinden
homenaje y tributos hasta un premio por el emprendimiento con su nombre.
TERESA Y SU
AJÍ